La historia registra grandes momentos en los que la humanidad ha compartido la morada de Dios en medio de ellos. Dios habita y permanece en medio de los hombres, su presencia se ha manifestado de forma real, visible y tangible a lo largo de los años…
El permitió la liberación de un pueblo esclavo de manera prodigiosa, El estableció su gloria en el lugar más santo en el arca de la alianza, El envió a su Hijo a vivir en medio de la humanidad, El derramó su Espíritu Santo para que habite en los creyentes y por todo esto y más le damos gloria, alabanza y honor, porque es un Dios cercano, amoroso y poderoso, porque es un Dios amigo, que al manifestarse en nuestras vidas abre mares de imposibles para todos…esto es SHEKINA!
Ballet Magníficat
